Capítulo 4 Presentación.

Justo cuando caía el sol, llegaron a un palacio. Recorrieron los jardines y no vieron a nadie. Entraron a las caballerizas y descubrieron que estaban repletas de caballos. Pero todos se habían vuelto de piedra. Algo asustados, los tres hermanos entraron en el palacio. Cruzaron una sala, y otra, y otra más. Estaba vacío. Al final de un largo corredor, en una pequeña habitación, encontraron a un hombrecito.

Lo llamaron una vez, dos y, a la tercera vez, el hombrecito los oyó. Se levantó y, sin hablar, los llevó al comedor, donde había una mesa cubierta con los más exquisitos manjares: pollos asados, pescados, carnes, ensaladas, verduras, sopas, tortas, helados, flanes. ¡Cómo comieron los tres! ¡Hasta quedar repletos y un poquito más también! Entonces el hombrecito llevó a cada uno a un dormitorio. Enseguida se quedaron dormidos.